‘Simon’s Got a Gift’ los deseos de un niño por la felicidad de otros

‘Simon’s Got a Gift’ es una película que toca la fibra del espectador. Su carácter fantástico es el abrebocas del sueño de miles personas huérfanas que sueñan en algún momento de su vida tener un hogar. La ópera prima del francés Léo Karmann tiene las ambigüedades de un niño que confronta sus deseos por la felicidad de otros.

‘Simon’s Got a Gift’

Simón (Benjamin Voisin), es un huérfano de 8 años. Está obsesionado con un sueño: encontrar una familia real. Simón tiene un don especial de ciencia ficción, el poder de transformarse en cualquier persona que desee, siempre que la haya tocado previamente. Y tú, ¿en quién elegirías convertirte si tuvieras ese poder de transformación? El director y coguionista por primera vez Léo Karmann pinta un retrato audazmente original lleno de la magia de la infancia.

Enfoque propio

Una de las razones que encanta del filme, es que se encuentra dentro del género fantástico, pero no se compara con el estilo norteamericano de las películas que hemos visto a lo largo de los últimos años. Acá el tema es sutil, con pocos efectos especiales, realmente muy pocos, lo que permite que su narrativa vaya de acuerdo a esa fascinante historia con un enfoque propio que llama a propios y extraños.

La historia

Simón (interpretado de niño por Albert Geffrier y luego a los 20 años por Benjamin Voisin ) tiene un don muy específico: puede convertirse en otras personas, pero solo en aquellas a las que ha tocado. Este niño, abandonado al nacer y residente en un hogar de niños durante los últimos ocho años, comparte su secreto, como si estuviera revelando un juego inocente, con Thomas ( Simón Susset ) y su hermana Madeleine ( Vicky Andren y luego Camille Claris), quienes lo invitan a su casa un fin de semana. El huérfano se encuentra feliz en medio de una familia (a la que extraña tanto), pero la tragedia golpea mientras juegan en el bosque: Thomas cae en un barranco de profundidad insondable, y Simón, el único testigo del evento, decide tomar el lugar del difunto.

La dualidad

Karmann busca en el tiempo resolver esas dudas que marginan la personalidad de Simón, de ser ese chico que alguna vez buscó alguna vez un hogar, es ahora Thomas, un chico que se comporta con timidez a lo largo de 20 años, cuando la cinta te permea la posibilidad de regresar a ser Simón. Esa conversión le origina un primer reconocimiento, de Madeleine y las dificultades que ello conlleva en los minutos siguientes, con una trama que complica más la existencia del protagonista.

Conclusiones

Finalmente, podemos decir que ‘Simon’s Got a Gift’ es una película que pone al espectador a realizar sus propias meditaciones ante las decisiones tomadas por Simón:¿quiénes somos realmente?, si esto pasa algunas vez, haríamos lo mismo? Dónde queda la identidad propia de la persona en una suplantación? ¿Hasta dónde podemos llegar pretendiendo ser otra persona o proyectándonos en la vida de los demás?, en fin, las preguntas quedan en el aire, en una película del género fantástico que pasa de manera desapercibida, pero que vale la pena ver.

‘Simon’s Got a Gift’ los deseos de un niño por la felicidad de otros