Sábados de espías: Matt Helm: ‘The Ambushers’ (1967)

Un nuevo fin de semana. Es sábado y por supuesto, sacamos un tiempo para dedicarle un espacio al cine de espías… el turno es para la cinta americana del año 1967, ‘The Ambushers’, como parte del aporte realizado en el cine estadounidense por el boom de la Bondmanía. Acá haremos, el análisis, gracias al portal argentino sssm.com quien nos deleita con estos artículos. Hoy Sábados de espías: Matt Helm: ‘The Ambushers’ (1967).

Ficha técnica

USA, 1967: Dean Martin (Matt Helm), Senta Berger (Francesca Madeiros), Janice Rule (Sheila Sommers), James Gregory (MacDonald), Albert Salmi (Jose Ortega (a) Leopold Caselius), Kurt Kasznar (Quintana (a) Chivinik), Beverly Adams (Lovey Kravezit), David Mauro (Nassim), Roy Jenson (Karl), John Brascia (Rocco), Linda Foster (Linda)

Director: Henry Levin – Productor: Irving Allen – Productor Asociado: Douglas Netter – Guionista: Herbert Baker sobre novelas de Donald Hamilton – Música compuesta por Hugo Montenegro

102 min, No rating, Color

‘The Ambushers’

Un prototipo de nave espacial norteamericana desaparece en Nuevo México. La astronauta que piloteaba la nave aparece traumatizada y Matt Helm deberá ir en busca de la nave. Pero el plato volador ha sido raptado con un rayo tractor por José Ortega, quien resulta ser Leopold Caselius, un operativo de la organización criminal The Big O, y que planea vender en subasta internacional la nave al mejor postor. Helm, con su fachada de fotógrafo de modas, y Sheila – la piloto de la nave – actuando como la esposa de Helm, darán con el paradero del plato volador e impedirán que sus secretos pasen a potencias enemigas.

Matt Helm

Como hemos reseñado, Matt Helm es la creación de Donald Hamilton. Concretamente su personaje es un asesino a sueldo que trabaja para los servicios de inteligencia americanos, y cuya función es eliminar o neutralizar potenciales enemigos. En la vida literaria de Helm, las actividades habituales poco y nada tienen que ver con el espionaje, y se encuentra más emparentado con la serie negra policíaca. Tampoco es un personaje nacido a la sombra de James Bond, sino que sus orígenes datan de principios de los 60, antes de que el agente secreto británico fuera conocido. Pero en pleno boom de la Bondmanía, productores de Hollywood buscaron desesperadamente un par americano de 007, y lo más parecido que dieron fue con la obra de Donald Hamilton.

Un filme decepcionante

The Ambushers es una candidata frecuente en concursos donde eligen al peor film de la historia y que suelen hacer los críticos todos los años. Sin duda es un film malo, pero como pasa con los filmes de la serie Helm, es tan bizarro que al menos entretiene. El argumento es estúpido, los diálogos lamentables, las persecuciones y peleas son atroces, los pasos de comedia están mal armados, y el nivel actoral es el de una obra de escuela. El nivel de amateurismo es atroz, especialmente en la dirección de Henry Levin. Lo único bueno que hace Levin es que, al menos, las cosas siempre estén en movimiento, y el ritmo no decaiga nunca.

Gadgets

Tomemos por ejemplo, el plato volador norteamericano que solo puede ser piloteado por mujeres, ya que el campo anti gravitacional es mortal para los hombres por su testosterona. O un sostén parlante. O un arma que desata cinturones masculinos. Hay más ideas como esta en el film – cinturones que con el agua se ponen duros como un garrote – con referencias indirectas -, pistolas anti gravitacionales que pueden bajar el cierre del vestido de una mujer – que podrían ser cómicas si al menos estuvieran filmadas con cierta gracia. Pero Levin es un director que rivaliza furiosamente con Ed Wood; no solo los comediantes parecen aburridos de la broma, sino que el manejo en lo estrictamente cinematográfico (dejando de lado dirección de actores y enfoques creativos) parece obra de un demente.

Producción fallida

En un momento Helm es atrapado y enviado a un pelotón de fusilamiento. Su único escape es un cigarrillo con gas hilarante. No sólo la secuencia está filmada de modo pedestre (Martin le fuma encima a los soldados del pelotón), sino que hay planos en que, quien dirige el pelotón (Kurt Kasznar), a veces está en el escenario en exteriores y otras veces está en un estudio con una proyección de fondo – escenas filmadas y agregadas en post producción -. Hay decenas de secuencias filmadas así (un actor en exteriores hablado con otro en un decorado en estudios extremadamente falso), que solo provocan risa por su ridícula obviedad.

¿Lo mejor?

.Otra vez, las bromas sobre Sinatra. Helm intenta seducir a agentes novatas poniendo Everybody Loves Somebody Sometimes (cantada por Martin)… pero solo caen en sus brazos si pone a Sinatra y Strangers in the Night. Entonces Martin dice: “no sabía que te gustaba tanto Perry Como”. La mayoría de las situaciones resultan graciosas por caerse bajo el peso de su propia ridiculez, y por el carisma de Dean Martin, al cual – si usted le simpatiza – le perdona cualquier cosa.

Conclusiones

La música está muy bien, con el estilo jinglero de Hugo Montenegro – que compuso los temas, entre otros, de series como I dream of Jeannie y The flying nun -. Los efectos especiales son de papel maché, así como la mayoría de decorados. Las chicas lucen bien en minifaldas y Salmi y Kasznar son demasiado buenos para haber participado en algo así. Es un film salvajemente ridículo, pero divertido y sin pretensiones, aunque los momentos más graciosos no sean los que haya imaginado el guionista. Como dijo alguien: si a usted le gustaba Benny Hill, no le caerá mal esta película.