‘Madame Sin’ fue un fallido piloto para la TV, co-producido entre la televisión inglesa y Robert Wagner. No deja de ser un producto curioso ya que es una entrada tarde en el cine de espías moldeado a la usanza de James Bond que tenía como gancho a una veterana Bette Davis. Sábados de espías: ‘Madame Sin’ (1972).
Ficha técnica
USA / GB, 1972: Bette Davis (madame Sin), Robert Wagner (Anthony Lawrence), Denholm Elliott (Malcolm De Vere), Gordon Jackson (comandante Cavendish) Director: David Greene – Guion: David Greene & Barry Oringer Música: Michael Gibbs Cinematografía: Anthony B. Richmond Fecha de lanzamiento: 15 de enero de 1972 (EE. UU.) Tiempo de ejecución: 75 minutos
‘Madame Sin’
Madame Sin es una mujer poderosa, llena de misterio, a la cual pertenece un imperio financiero y que ha cometido los mayores crímenes de la historia. Es un ser maléfico, diabólico y brillante…. Tras los muros de un viejo castillo escocés, protagoniza un mundo de negocios turbios, avances científicos futuristas y armamento. Está conspirando para robar el último submarino secreto americano y venderlo por millones de dólares a un grupo de revolucionarios, lo que pone en peligro el planeta. Necesita la ayuda del ex agente de la CIA Anthony Lawrence y lo secuestra a su isla privada…
Aciertos
Madame Sin posee una gran cantidad de acierto. En todo caso uno podría decir que toma elementos clásicos de la saga de James Bond y las pasa por el estilo de cine europeo de la época de espionaje (Satanik, Diabolik,), ése al que le gustaba privilegiar los villanos antes que a los héroes. Es por ello que el protagonista es tan sólo una excusa para que nos pongamos en contacto con la malvada, la cual se roba cada una de las escenas en las que figura.
Combinación de tramas
Imaginen una mezcla entre John Le Carré y Diabolik. Hay un espía retirado, el que quedó hecho trizas después de perder a su amada en el transcurso de una misión. Al tipo lo contacta un Denholm Elliott que destila veneno e inteligenci, quien lo quiere enrolar a toda costa para su causa. Es que Elliott trabaja para una organización liderada por Bette Davis, la cual viene a ser una especie de Ernst Stavro Blofeld. Mientras que la Davis a sus 64 años de edad se despacha sus líneas como una reina. Esta sí que es una actriz que muerde con gusto cada uno de sus parlamentos, y con una interpretación por momentos deliciosa. Es que su Madame Sin es brillante, amoral y, sobre todo, lineal, ya que realiza planes simples pero prácticos. ¿Qué más simple que lavarle el cerebro al comandante de un submarino nuclear para que robe su propio barco?
Conclusiones
Madame Sin es una muy buena película. Los personajes son muy interesantes y la química de la dupla Davis – Elliott es fenomenal. Es una lástima que no le vieron potencial al proyecto y decidieron no respaldar ni una secuela ni una serie basada en el concepto. Así como está quedará como un filme isla, una de esas oportunidades desperdiciadas en donde los caprichos del momento dejaron escapar la oportunidad de generar algo memorable.
Sábados de espías: ‘Madame Sin’ (1972)
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