Sábados de espías: ‘El Santo en Operación 67’ (1967)

Como es costumbre, los fines de semana los dedicamos a temas especiales, espías y su influencia con la Bondmanía y por supuesto los carteles de las producciones más cercanas que llegarán a las salas de cine. Hoy es sábado de espías y el turno es para la cinta de 1967, ‘El Santo en Operación 67’ que tuvo como protagonistas al Enmascarado de Plata y Jorge Rivero.

 Ficha técnica

México, 1967: Santo (como él mismo), Jorge Rivero (Jorge Rubio), Elizabeth Campbell (Ruth Taylor), Noé Murayama (Sadomi Suki), Midori Nagashiro (bailarina japonesa), José Luis Caro (agente de Interpol).

Director : René Cardona y René Cardona Jr. – Guion : Gregorio Walerstein y Rafael García Travesi.

Sinopsis

El Santo y Jorge Rubio son en realidad agentes encubiertos de Interpol. Y la agencia los llama para cubrir una difícil misión: localizar a una organización internacional de falsificadores que se ha apoderado de un juego de placas para imprimir billetes. Pero sus vidas pronto estarán en riesgo cuando los criminales detecten sus movidas e intentan asesinarlos en reiteradas ocasiones.

El Santo

La enorme popularidad del Santo impulsó una larguísima carrera cinematográfica – desde 1961 hasta 1982 -, rodando hasta 4 o 5 filmes por año. En el celuloide, el Santo fue lo más parecido a un superhéroe a la latinoamericana, muy al estilo de Batman. La diferencia es que sus adversarios solían caer en el terreno de lo fantástico, donde el luchador se enfrentaba a marcianos, momias, vampiros y hombres lobo. Orientado a un público mayormente adolescente, eran aventuras realmente entretenidas y coloridas. Fuera por la acción, lo delirante de sus argumentos o lo bizarro de sus valores de producción, es muy raro que uno se aburra con un filme del Santo.

‘El Santo en Operación 67’

En Operación 67, el Santo se aleja de combatir alienígenas y demonios, y entra a jugar a lo James Bond. Lo que sorprende del filme, es que es bastante adulto.  Hay bastantes muertes en primer plano, y hay un par de desnudos sorpresivos, los que parecen estar puestos adrede para subir la calificación de la película.

Operación 67

Es interesante notar como todas las corrientes del sesenta confluyen. Operación 67 podría ser perfectamente una adaptación políticamente correcta de las aventuras de Kiling si el villano tuviera una máscara. Tenemos a otro enmascarado, muchas mujeres pulposas ligeras de ropas, y bastante violencia. Pero además de todos esos condimentos pulp, la dirección es más que potable. Los Cardona (padre e hijo) dirigen el delirio con bastante estilo. Por ejemplo, el robo inicial de las matrices de los billetes está montado con bastante sofisticación – no hay diálogos; los villanos montan una camioneta similar a la que transporta las placas, y se ubican detrás de la original; se hace la copia en plena ruta y se sustituye el original por las placas falsas; las matrices salen del país en una maleta magnética adosada al fondo de un barco -, y los diálogos no lastiman los oídos.

Entretenida

Las mujeres son bien abundantes – como era lo usual en aquella época – y recrean la vista. Y si a eso le sumamos que hay acción cada dos minutos – rodada con buena calidad -, es imposible no entretenerse. Después del robo hay un strip tease, una pelea, una persecución, otra pelea, otra persecución… y así todo el filme. ¿El argumento?. Bien, gracias. Si uno puede achacarle algo al guion, es que no hace el más mínimo esfuerzo de desarrollar algún tipo de trama. El Santo es considerado una amenaza para la organización e intentan eliminarlo, aún cuando el tipo ni siquiera empezó a investigar. Al final los asesinos lo llevan a las puertas de su guarida secreta para intentar emboscarlo. Sí, estos criminales son realmente ineptos – si no hubieran hecho nada, seguirían despachando billetes falsos hasta el día de hoy -, pero ¿a quién le importa?

Jorge Rivero

Además de las mujeres abundantes está Jorge Rivero para deleite de la audiencia femenina. El tipo tiene toda la pinta, un físico formidable, actúa de manera decente y encima es un luchador. En smoking es una perfecta versión a la mexicana de James Bond. Aquí lo ponen de compañero del Santo, simplemente porque a él le toca matar a los esbirros – el Santo sólo los noquea –. Pero acá es un sólido co-protagonista y le toca en suerte su propia ración de acrobacias. Huye de un avión que le dispara en un deportivo, enamora a la asesina de turno, se pelea en las profundidades con hombres rana; y por el otro lado el Santo trepa edificios enteros a mano desnuda, se pelea con decenas de secuaces, y se despacha con un Jaguar clase E cargado de gadgets.

Conclusiones

El Santo en Operación 67 es delirio y diversión con un seudo tono adulto. No hay nada ridículo en el libreto – simplemente es lineal y demasiado sencillo -, pero es una excusa válida para ver una escena de acción tras otra. Obviamente a nadie en este planeta se le ocurriría poner de agente secreto al luchador más conocido de México, pero en este universo no existe la lógica. Aquí simplemente son buenos impolutos contra villanos retorcidos en una batalla constante e intensa. Y si hay algo que lamentar, es que la película deja una puerta abierta para continuar la aventura en posibles secuelas, algo que lamentablemente no ocurrió.

Vale la pena

Una deliciosa aventura pulp con el Santo jugando a ser James Bond. Gadgets, asesinas sensuales, hermosas locaciones, y numerosas persecuciones y peleas filmadas con talento. El guion no ganó un Oscar, pero no hay ni un solo momento aburrido en toda la película.

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Fuente: SSSM