Alex Rider es un agente secreto adolescente creado por Anthony Horowitz en el año 2000 que ha generado una saga de 7 libros hasta ahora (Stormbreaker es precisamente el primero), y que fuera éxito de librería con más de 20 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Hoy comenzamos Sábados de espías: Alex Rider: Operation Stormbreaker (2006)
Ficha técnica
GB, 2006: Intérpretes: Alex Pettyfer (Alex Rider), Mickey Rourke (Darrius Sayle), Andy Serkis (Mr. Grin), Missi Pyle (Nadia Vole), Alicia Silverstone (Jack Starbright), Sarah Bolger (Sabina Pleasure), Robbie Coltrane (Primer Ministro), Stephen Fry (Smithers), Damian Lewis (Yassen Gregorovich), Ewan McGregor (Ian Rider), Bill Nighy (Alan Blunt), Sophie Okonedo (Mrs. Jones)
Director: Geoffrey Sax – Guion: Anthony Horowitz basado en su novela homónima- Música: Alan Parker
Alex Rider: Operation Stormbreaker
Alex Rider es un adolescente que se encuentra a cargo de su tío Ian. Lo que desconoce Alex es que Ian Rider es uno de los más destacados agentes secretos del Mi6 y, durante una misión en la cual se encontraba investigando al empresario Darrius Sayle, es asesinado. Ahora a cargo de su cuidadora Jack Starbright, Alex observa movimientos extraños en el funeral de su tío y decide investigar. Finalmente, el joven termina siendo contactado por el Mi6, quien lo recluta para continuar la investigación de Ian.
Espías adolescentes
En primer lugar, Rider no es el primer espía adolescente (moda que empezara con los Spy Kids de Robert Rodríguez en 2001, y siguiera con Agente: Cody Banks en el 2003). A decir verdad, su llegada a la pantalla parece un intento bastante tardío de colgarse de la moda de Harry Potter, ya que la vigencia del mago en las taquillas parece perenne. Es más: el filme está producido por el mismo Horowitz, lo que da la impresión de que se trata de un proyecto que no le interesara a nadie financiarlo.
Fracaso en taquilla
El tema está en que Operación Stormbreaker no surca ningún camino nuevo. Ahí está el chico envuelto por error en una trama de espionaje fantástico (no espionaje real; Ian Rider maneja un BMW con más gadgets que Bond), el supervillano, la secuaz malvada, el asesino deforme, el plan diabólico… Pero así como lo muestra el filme, su director Geoffrey Sax, se las ingenia para mantener a casi todas las cosas en orden para obtener un filme pasable.
Aspectos positivos
Hay cosas que el filme hace bien. El personaje de Alex Rider es bastante interesante, los momentos de comedia no están mal, la trama es rutinaria pero bastante bien ejecutada, las peleas y persecuciones están bien dirigidas. Y hay otras cosas que la película hace mal o desastrosamente, comenzando por el plan del villano que, cuando es explicado, resulta sideralmente idiota. El filme implosiona en los últimos minutos gracias a un desenlace totalmente absurdo.
El villano
Como villano, Mickey Rourke destaca con su apariencia real. Se ve realmente deforme y podría ser a todas luces ridículo con sus terribles trajes, pero Rourke le da alguna dignidad al papel. En cambio la labor de Pettyfer es más despareja – por momentos actúa muy bien y en otras parece muy blando -. Quien debería haber sido el villano es Damian Lewis, que genera algo de amenaza como el socio ruso de Sayle.
Conclusiones
La impresión que deja es que debería haber sido un filme mejor. Con la rutina Bond adaptada a los adolescentes – allí está Stephen Fry que hace las veces de Q y le entrega gadgets a Rider -, y el tema de la venganza del tío Ian (Ewan McGregor, que alguna vez coqueteara con el papel de 007 y aquí se da el gusto por unos segundos de ser un súper espía) podría haber generado cierta expectativa. Lamentablemente el guion resulta demasiado tímido y no se anima a llevar las cosas a más, con lo cual termina estrellándose contra la pared. Es una lástima, porque hay algunas buenas ideas en la película.
Sábados de espías: Alex Rider: Operation Stormbreaker (2006)