Hablar de Sylvester Stallone es como hablar de política, inmediatamente algunos toman bando y nos encontramos con los que lo consideran un ídolo y una leyenda del cine, y otros que lo tienen como un pésimo actor que ha logrado perpetuarse en el cine a punto de balas, disparos y de sacarle “sangre”, -literalmente-, a algunos de sus personajes más recordados. Pero tranquilos, todos en cierta forma están en lo correcto pues Sylvester Stallone es un actor regular, pero con la inteligencia de pocos en el mundo del séptimo arte. Sylvester Stallone un actor demoledor
Infancia
Sylvester Enzio Stallone nació el 6 de julio de 1946, hijo de Jackie y Frank Stallone, dos adultos frustrados que manejaban un salón de belleza, y los cuales, todo sea dicho, no fueron precisamente los padres más cariñosos y comprometidos. De ahí que el pequeño Sylvester, que había nacido con cierta desventaja, -pues en el momento del parto, con el fórceps le cortaron un nervio facial y el cual afectó su voz y su expresión-, empezara a crearse un mundo propio rodeado de héroes, batallas y victorias que en su vida real no parecían muy viables.
Pronto llegó el colegio y los resultados no fueron los mejores, entre peleas, bajo rendimiento académico y nadie para guiarlo, Stallone empezó a pasar de una escuela a otra sin lograr hacer amigos duraderos ni permanecer lo suficiente en un ambiente donde se sintiera cómodo y valorado. La televisión se convirtió entonces en su compañía, y entre revistas y los primeros bocetos de libretos fue creando su propio futuro.
El comienzo
Sus primeras incursiones en el cine fueron en las películas “The Party at Kitty and Stud’s” (1970), el thriller “Klute” (1971) y la comedia “Bananas” (1971). Todas ellas con papeles cortos y sueldos que no alcanzaban para nada. Sin embargo, en 1974 actuó junto a Henry Winkler en la película “The Lords of Flatbush” y poco a poco el panorama empezó a mejorar.
En 1975 participó en la película “Death Race 2000” y después de ver una pelea de boxeo entre Muhammad Ali y el desconocido Chuck Wepner en Cleveland, le surgió la idea de crear un personaje que, sin tener apoyo ni la confianza de nadie, logrará salir adelante y se ganará no solo el corazón de la mujer amada, sino de todo el mundo, y ahí nació Rocky. El film estuvo nominado a 10 premios Oscar y ganó como la mejor película en 1976. Y como dicen, después de esa película lo demás es historia.
El éxito
A Rocky lo siguió F.I.S.T, la historia de un líder sindical que termina vendiéndose a los grandes empresarios y por lo cual al final de la película es asesinado. Y en 1978 regresó con “Paradise Alley”, la historia de tres hermanos italianos que ingresan al mundo de la lucha libre. Lo que nadie esperaba, -y ahí viene los primeros visos de inteligencia y conocimiento del negocio, -es que en 1979 revivió su personaje de Rocky en una segunda entrega, esta vez escrita, dirigida y protagonizada por él. Y así cerraba, con mucho éxito, la década de los setenta.
Sylvester Stallone un actor demoledor
Los gloriosos ochentas
Lo que el mundo no se imaginada es que Stallone se tomaría el planeta en la década de los ochenta con una gran cantidad de películas y un ritmo de trabajo que lo convirtió en el rey absoluto del cine de acción. En 1981 junto a Rutger Hauer y Billy Dee Williams protagonizó la película “Nighthawks”, y ese mismo año se paró en el arco para actuar junto a grandes leyendas del futbol en la película “Victory”. Y al llegar 1983 se dejó venir con “Rocky III” y “Rambo”, un perturbado soldado que luchó en Vietnam y regresa a Estados Unidos para darse cuenta que ya el mundo que dejó no es el mismo.
Con Rocky y Rambo, Stallone logra mostrar dos caras de una misma moneda, el yin y el yang de dos personajes que en el fondo se complementan: uno ingenuo y esperanzado, y otro desconfiado y autónomo. Y sin perder tiempo es esa misma década estrena Rambo 2, Rocky 4, Cobra, Over The Top, Rambo III, Lock Up y Tango y Cash. Claro que también hay que recordar su error comercial con la película “Rhinestone” y el fracaso como director con la segunda parte de “Saturday Night Fever” y la cual se llamó “Staying Alive”.
Los noventa
El comienzo de la nueva década le trajo tres fracasos consecutivos: La quinta entrega de Rocky y dos flojas comedias llamadas “Oscar” y “Stop Or My Mom Will Shoot”. Sin embargo, pronto corrigió el rumbo y llego con el tipo de cine que todos esperaban de él, así vimos “Cliffhanger”, “Demolition Man”, “The Specialist”, “Judge Dredd”, “Assassins”, “Daylight”, y hasta corrió el riesgo de trabajar con el joven director James Mangold en la película “Copland”, haciendo el papel de un Sheriff pasado de peso, con problemas de sordera, inseguro y manipulado por sus superiores. No todas estas películas funcionaron bien en taquilla, pero por lo menos le dieron sostenibilidad y presencia en una década donde había que compartir protagonismo con Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Mel Gibson, Van Damme, Wesley Snipes y muchos más.
Sylvester Stallone un actor demoledor
El nuevo siglo
Para el año 2000 Sylvester Stallone ya se había casado en tres ocasiones, era padre de 4 hijos, -terminaron siendo 5 y uno de ellos se suicidó en 2012-y a los 54 años no era precisamente un adolescente ni alguien que pudiera correr, saltar o protagonizar grandes escenas de acción. Y los fracasos empezaron a llegar: Driven, D-Tox, Get Carter, Avenging Angelo y Shade, -muchas de ellas solo estrenadas en video-, y las cuales terminaron por sepultar la carrera de Stallone y probaron que definitivamente los tiempos habían cambiado y que el público quería ver otro tipo de héroes y películas.
El regreso
Sin embargo Stallone, que en ese momento sabía cómo funcionaba el cine por dentro y por fuera, y era productor, escritor, guionista, director y un estratega del negocio, volvió a sus comienzos y revivió a sus dos grandes personajes en las películas Rocky Balboa y Rambo, ambas con grandes resultados en taquilla, buenas críticas, y convirtiéndose en el trampolín para la creación de una tercera franquicia con la saga de “Expendables” y en la cual llamó a sus antiguos competidores en el mercado para sumar fuerzas y arrastrar a las salas de cine a todos los nostálgicos del cine de acción.
Hasta ahora esa saga lleva tres entregas y Stallone asegura que hará una cuarta y última. Pero la historia no termina ahí, pues Stallone también hizo una cuarta franquicia llamada “Escape Plan” y la cual, a pesar de ser la menos exitosa de todas, ya lleva tres entregas.
El presente
Actualmente Stallone filma una película llamada “Samaritan” y próximamente estará en otra llamada “Little America”, y como les había contado, hará la cuarta entrega de “Expendables”. Además fundó su propia productora de cine y viene con un proyecto de televisión junto a Dolph Lundgren. Tampoco descarta hacer una nueva entrega de Rocky, ya sea en el spin off de Creed o con una historia independiente. Y tiene otros cinco proyectos en espera, algunos basados en libros y otros producto de su propia creación. Adicionalmente está editando nuevamente Rocky 4 para lanzarla en una versión especial, y lanzó al mercado una edición especial con toda la saga de Rambo. Y como no da puntada sin dedal, tiene una tienda online donde vende camisetas, guantes, gorras y toda la memorabilia de su personaje de Rocky.
El legado
El día que Sylvester Stallone se retire o fallezca, seguramente el planeta entero le rendirá homenaje a este muchacho de bajos recursos y sin ningún apoyo, que a punto de determinación y esfuerzo logró no solo hacer realidad su sueño de hacer cine, sino convertirse en uno de los nombres más famosos y reconocidos en todo el planeta. Y lo más admirable es que sigue trabajando, soñando y creando, consciente que ya fue grande, pero debe seguir moviéndose para estar vigente, activo y con un nombre que todavía genere respeto y admiración.
Stallone es un excelente ejemplo de cómo vivir la vida y como ir alcanzando poco a poco todas las metas propuestas, es finalmente, aquel en el que nadie creía, y termino, quiéranlo o no, llevándose el título de uno de los actores más reconocidos y exitosos en toda la historia del cine. Tal como su personaje de Rocky, puede gritar orgulloso: “Yo Adrian I Did It”.
Texto escrito por Joaquín Pérez Ramírez, director de Mundoretro.co
Miércoles de acción: Sylvester Stallone un actor demoledor
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