La directora Priscila Padilla ha querido contar una historia que para la mayoría de los colombianos es desconocida. Este documental de 83 minutos que lleva por nombre ‘Biabu chupea / Un grito en el silencio’, es el llamado de atención hacia los derechos de las mujeres indígenas emberas que no tienen poder decisión sobre sus cuerpos cuando nacen. Crítica: ‘Biabu chupea / Un grito en el silencio’. Artículo publicado en el periódico ADN de Medellín.
‘Biabu chupea / Un grito en el silencio’
El filme, relata con la sinceridad de una mujer llamada ‘Luz’, cuyos pensamientos y acciones se vieron marcadas por esas decisiones que tomaron sobre ella y vive en el retiro de su resguardo, en una fría ciudad vendiendo las artesanías que hace para sobrevivir y guardando cada pedazo de su largo cabello cuando se peina para enterrarlo algún día en el lugar donde nació.
Las protagonistas de este filme viven entre su territorio ancestral Emberá Chamí y algunas ciudades de Colombia. Ellas frente a la cámara hablan de una manera desprevenida y sincera de cómo habitan sus cuerpos. Claudia relata de qué manera descubre que todas las mujeres nacen con clítoris mientras Luz describe cómo se da cuenta que no tiene este órgano.
El poder de decisión
‘Luz’ tiene la idea clara de regresar y explicarles a sus paisanas de la región porque los adultos toman la decisión de cortarles el clítoris a las niñas que nacen. Por qué ellas no pueden disfrutar de su sexualidad y de la feminidad propia de las mujeres, sobre todo porque esa decisión que no toman les trae numerosos problemas hormonales y de convivencia con los demás. Ella, tiene el poder de decisión de no callar, de no seguir ocultando sus dolores y la impotencia que ha padecido a lo largo de los años de estar aislada de su familia, por eso quiere volver e iluminar y fortalecer a esas mujeres para que la tradición vaya quedando en el olvido.
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Esperanza
Además, ‘Biabu chupea / Un grito en el silencio’ es un filme lleno del dolor propio de una emberá que quiere regresar a su tierra y para ello se ayuda de Claudia, una estudiante de enfermería, que cada vez que puede vuelve a su tierra natal para preparar su regreso. Conversa con sus paisanas y juntas siembran semillas de plantas tradicionales y medicinales porque saben que son remedio para curar las dolencias propias de lo visible y lo invisible.
El relato de la directora está precedido por una canción por los cánticos de una frase que reúne la fuerza que tiene el filme: ‘Ay mi cuerpo… duele. Mi cuerpo duele’ para que el espectador pueda entender lo que siente ‘Luz’ como voz que recoge el lamento de cientos de mujeres que pasaron por esa situación tan dolorosa. Y en ese recorrido, las abuelas que han hecho la ablación (mutilación genital femenina) como una ofrenda a su dios cuentan que muchas niñas no sobreviven al corte.
Conclusiones
Finalmente, ‘Biabu chupea / Un grito en el silencio’ es un filme valeroso que visibiliza una grave problemática no solo en esa población, sino en muchas partes del mundo y que atenta contra la dignidad de la mujer y las consecuencias que para ellas trae. La cinta, es un gran espacio para que la sociedad pueda reflexionar sobre la situación que viven las mujeres emberas y el llamado a la igualdad de géneros.
“Hacer esta historia fue una aventura de descubrimiento mutuo”, afirma la directora Priscila Padilla, que junto a su equipo de trabajo compartió con las mujeres Emberá Chamí en su territorio y con quienes aún tiene un fuerte lazo de amistad. “Muchos tejidos, cantos, baños en los ríos, siembra de la tierra, entre los maravillosos paisajes enigmáticos de Risaralda y Chocó, territorio ancestral de esta comunidad. En el Bajo San Juan, resguardo unificado Embera Chamí de Pueblo Rico (Risaralda), lugar donde ya no se practica el retiro del clítoris a las niñas”.
Crítica: ‘Biabu chupea / Un grito en el silencio’
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