Karim Aïnouz es un reconocido director brasileño que ha recogido importantes reconocimientos en diferentes festivales del mundo. Karim ha dirigido el drama ‘La vida invisible de Eurídice Gusmão’, una durísima película que nos muestra como las relaciones de una familia se resquebrajan por lo tradicional y conservadora que son, que no permiten que al interior haya algún tipo de escándalo.
‘La vida invisible de Eurídice Gusmão’
Río de Janeiro, 1950. Dentro de la conservadora casa de la familia portuguesa Gusmão, Eurídice, de 18 años, y Guida, de 20, son dos inseparables hermanas que se procuran un espacio seguro para sus esperanzas y aspiraciones. Mientras Guida tiene en su hermana pequeña una fiel confidente de sus aventuras románticas, Eurídice encuentra en su enérgica hermana mayor el aliento que necesita para perseguir su sueño de convertirse en pianista profesional.
El director
Aïnouz ha demostrado ser un director más proclive a narrar a través de imágenes y tonos que a ajustarse a líneas narrativas férreas. Por tanto, en esta cinta, combina ambas estrategias, mostrándose fiel al espíritu intensamente literario de la novela homónima en la que se basa sin renunciar a su querencia al lirismo visual y lo onírico.
Por un lado, la historia de dos hermanas separadas por los miedos y los prejuicios de la sociedad patriarcal es llevada a través de una serie de cartas -enviadas por parte de ambas pero nunca entregadas- leídas en forma de voz ‘en off’ a lo largo de la película que van cambiando la naturaleza de esa relación. Entretanto, Aïnouz enfatiza en el poder de las imágenes y la música para mostrar el distanciamiento de la familia, pero en especial de las hermanas que han perdido el contacto, por una simple verdad que ha perjudicado el honor de la familia.
La historia
En primer lugar, el director quiere demostrar que la situación de ‘La vida invisible de Eurídice Gusmao’ es una drama que se plantea todavía en los hogares de las familias conservadoras, pero que proyecta con su talento detrás de cámara, que no ha caído fácilmente en los clichés asociados al género. En segundo lugar, Aïnouz fortalece a sus personajes de una profundidad lacerante, que los hace transitar por el universo de la melancolía y el sufrimiento, pero con los altibajos del gozo y la resignación.
Los sueños se desvanecen
Eurídice se casará, viajará a Viena querrá ser pianista pero acabará atrapada en las redes de su propio matrimonio sin conquistar la fama. Guida en cambio viajará a Grecia para casarse pero regresará embarazada sin su esposo. Será repudiada por su familia y vivirá una vida oscura hasta acabar enterrando su identidad. Eurídice y Guida no se encontraran. Cada una vivirá de la proyección del fantasma de la hermana ausente. Karim Aïnouz juega con las reglas del machismo de forma eficiente, con un buen ritmo y sin caer en subrayados innecesarios que potencian la historia.
Mensaje
La cinta tiene un mensaje poderoso, porque enseña que el poder de voluntad y tenacidad de las mujeres es vital para decirle al espectador, que ha pesar de haberse separado tan abruptamente a las dos hermanas que tanto se aman, por su tradicional padre, la película funciona a modo de celebración, tanto de la fortaleza y la solidaridad de que las mujeres son capaces frente a la opresión y la manipulación masculina como forma de crear ante su posición misógina una serie de vínculos familiares que son impuestos para el beneficio de unos pocos.
Crítica a la cinta brasileña ‘La vida invisible de Eurídice Gusmão’
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