‘Chicos buenos’ es una divertida comedia para adultos que es protagonizada por tres chicos de 12 años. Son ellos, Max, (Jacob Tremblay), Thor (Brady Noon) y Lucas (Keith L. Williams), quienes viven una simple historia que los lleva hasta sus límites.
‘Chicos buenos’
Gene Stupnitsky, quien hace su debut en la dirección para cine, trae un estupendo relato que empieza con una premisa simple: después de ser invitado a su primera fiesta de besos, Max de 12 años, siente pánico porque no sabe cómo besar. Y de allí, el filme desemboca en una cantidad de sucesos que para los tres chicos son completamente nuevas y para los espectadores son sencillas de hacer.
La historia
El lenguaje utilizado, la ingenuidad de asumir los hechos, permiten que a estos chicos, sus días les ayuden a madurar más rápidamente que a los otros adolescentes de esa edad. La cinta es bien manejada, con una estructura simple que lleva al espectador a sonreír con las situaciones divertidas e inolvidables, sobre todo las ‘armas’ que utilizan para lograr sus objetivos, los juguetes sexuales de sus padres.
La aventura
‘Chicos buenos’ cuenta esa primera aventura de los protagonistas de sentirse hombres, como por ejemplo, deciden tomar por primera vez cerveza y saber que no se convierten en alcohólicos, o bloquear la puerta de un mercado con un vibrador para que un policía fuera de servicio no los persiga.
Conclusión
Es un filme que merece ser disfrutado en cine, ante la carencia de comedias para adultos que hay en la actualidad y que permite al espectador pasar el tiempo en la sala viendo las acciones disparatadas de estos tres jóvenes que buscan desesperadamente adquirir el dron de su padre, pero las situaciones en que se han metido, son el preámbulo para madurar en sus vidas y reafirmar su lazos de amistad.
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